Desde que lo vi, supe que este Vibrador Lápiz no era uno más del montón. La idea de los cabezales intercambiables me pareció genial, ¡como tener varios juguetes en uno! Y su diseño tipo lápiz prometía precisión. No me equivoqué.
Lo primero que probé fue el cabezal curvado para el punto G. Chicas, ¡qué maravilla! La forma es perfecta y, combinado con las vibraciones, llega justo a ese lugarcito mágico con una intensidad que me sorprendió muchísimo. Sentí un control total y las sensaciones fueron increíbles, muy profundas.
Pero la diversión no terminó ahí. Cambiar los cabezales es súper fácil y cada uno es una nueva aventura. Usé uno más redondeado para el clítoris y fue una delicia, las vibraciones se sentían directas y muy placenteras. Hasta lo he usado para masajear otras zonas del cuerpo y relajarme. La silicona de los cabezales es súper suave y se siente de gran calidad.
Se ha vuelto mi favorito para mis momentos a solas, es como un ritual de autodescubrimiento y placer. Y con mi pareja, ha añadido una chispa de juego y exploración que nos encanta. Él también disfruta probando los diferentes cabezales en mí.
Este vibrador lápiz realmente cumple lo que promete: versatilidad, precisión y mucho, mucho placer. Es elegante, potente y te da la libertad de elegir tu propia aventura cada vez.