Les seré honesta, cuando escuché "Dragonfly Orgasmic", mi curiosidad se disparó. Siempre estoy buscando nuevas sensaciones y este nombre prometía algo... diferente. Y vaya que lo cumplió. Desde el primer momento que lo tuve en mis manos, su diseño me pareció elegante, casi como una joya. Pero la verdadera magia comenzó cuando lo encendí.
Olvídate de todo lo que sabes sobre vibradores comunes. Esto es otra cosa. La punta comenzó con un suave aleteo, un cosquilleo juguetón sobre mi clítoris que me hizo contener la respiración. No era una vibración profunda, sino algo más superficial, más pícaro, ¡pero increíblemente directo! A medida que exploraba los modos, ese aleteo se transformó en un golpeteo rítmico, a veces rápido, a veces con pausas que me volvían loca de anticipación.
La sensación es difícil de describir... es como si mil pequeñas alas o una lengua experta estuvieran dedicadas exclusivamente a mi placer. Me llevó a orgasmos increíblemente intensos, de esos que te hacen temblar y ver estrellas. Es tan preciso, tan enfocado, que cada clímax se siente como una obra de arte. Se ha convertido en mi tesoro para esos momentos en los que realmente quiero desconectar y entregarme a un placer arrollador y único. ¡Ha redefinido mis momentos a solas!